8/5/09

Danzón: El Arete de Mariles


Por Maru Ayala

Tuve un profesor en el diplomado de producción radiofónica que cuando nos preguntaba nuestro nombre, también nos pedía que le contáramos la historia de ¿porqué nos llamabamos así? Y todos, sin excepción pudieron contar la historia que sus padres les habían contado para elegir algo tan importante como lo es “el nombre”.

Nuestro nombre nos define, nos dá identidad, nos fue impuesto por un motivo especial, cuenta algo de nosotros o nuestros padres, narra un suceso importante, en ocasiones está ligado a una fecha, a un héroe, describe los gustos, pasiones, creencias y preferencias de nuestras familias o es producto sencillamente de la inspiración más profunda de nuestras madres; y lo mismo les sucede a los danzones.

Detrás de cada nombre de danzón debe haber una historia facinante. Cuando llego a saber de dónde surgió el nombre de algún danzón, siento que pude resolver un gran misterio, que la vida me envio un regalo muy valioso.

Sabiendo el porqué del nombre del danzón, me siento con tranquilidad a escucharlo y éste suena diferente; y en ocasiones, el mismo danzón me cuenta todavía mas detalles.
Si usted sabe porqué un danzón se llama de esa manera, lo invito a que comparta su tesoro con nosotros (danzoneros@gmail.com) y nos permita conocer un poco mas de la historia de este bellísimo genero que nos apasiona.

El arete de Mariles fue uno de esos que me obsesionaron por meses; lo único que me hizo sacar el disco de mi coche fue el danzón: Adios Arete.

A mis 34 años, no tenía manera de haberme enterado de que el Teniente Coronel Humberto Mariles fue un jinete que participó en las competencias olímpicas y que llenó de gloria a nuestra patria con el oro en competencies ecuestres en Londres 1948. Arete era su corcel. Hasta este punto, todo parece haber sido miel sobre hojuelas, de no haber sido porque a nuestro entonces presidente Miguel Alemán, le daba una terrible pena de Mariles compitiera con un caballo tuerto, asi es, Arete era tuerto y esto bastó para que el viaje a Londres fuera cancelado. ¿Cómo llegó entonces Mariles a Europa?, ¿Desacató la orden del presidente de la República?, ¿Quién lo apoyó?.

Esta pareja de héroes nacionales (Mariles y Arete) inspiraron a Consejo Valiente y a Tomás Ponce Reyes para componer: El arete de Mariles y Adios Arete.

A continuación le comparto un fragmento del texto que aparece en la página: http://www.deporte.org.mx/altacompetencia/med_olimpicos/hmariles/index.html y lo reto a que una vez conociendo la historia del nombre de estos danzones los vuelva a escuchar y me diga si siente lo mismo que la primera vez que los escuchó.
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Humberto Mariles Cortés

Finales de febrero de 1948...
Se apresta, el equipo mexicano de equitación, a partir hacia la última gira previa a los Juegos Olímpicos de Londres.
Será por pistas europeas.
Pero, inopinadamente, el teniente coronel Humberto Mariles -al frente del grupo- es requerido por el presidente Miguel Alemán.
Dice éste, con fría voz que hiela la sangre militar:
- Sabe usted, teniente coronel. .. Que el viaje se cancela.
Sorprendido por la noticia, visiblemente molesto, pregunta Mariles:
- ¿Puedo saber por qué, señor Presidente?

Responde, lacónico, el mandatario:
- No pueden ganar...
Y se refiere entonces, despectivamente, al tan orgullo de Mariles:
- No pueden ganar con esas carretas de caballos, con ese tuerto...
Se irrita Mariles con el insulto a Arete. Intenta una protesta:
-Con todo respeto, señor Presidente, pero...
Interrumpe, terminante, el hombre del poder:

- ¡Es todo, teniente coronel!
Se cuadra el militar y pide permiso para tirarse.
- Adelante.
Mariles ya tiene todo arreglado para el viaje. Ha cubierto los gastos. El equipo reditado para cada competencia europea incluyendo, por supuesto, la olímpica. Los trailers ya están listos para salir hacia el puerto Galveston. Es, ni más ni menos, la culminación de 12 años de trabajo; el toque final de una larguisima preparación con miras a competir en unos Juegos Olímpicos.
Así que determinado a todo con tal de no fracasar en la empresa, Mariles recurre al expresidente Manuel Avila Camacho, quien le profesa especial afecto, y a quien solicita interceda por él. Telefónicamente, Avila Camacho y Alemán acuerdan encontrase ese fin de semana.
Pero apenas es martes e intuyendo que será muy difícil que el presidente Alemán acceda a la petición que le hará el hombre a quien sucede en el mando del país, toma Mariles una brava decisión: se va. No espera. Pone en orden sus cosas, se reúne con los demás miembros del equipo y les informa lo que ocurre. El grupo se solidariza con él: irán todos, pase lo que pase. Sólo pone Mariles una condición: la responsabilidad será totalmente suya. Si algo sucede, si algo va mal, será sólo él quien pague las consecuancias. El equipo ecuestre mexicano, considerado ya en el medio como una de las posibles sorpresas en Londres, parte a Nueva York y antes de embarcarse hacia Italia, compite en Toronto, gana cinco de seis pruebas y es campeón del concurso Cóndor.
Al llegar a Roma, Mariles es esperado por el embajador Antonio Armendáriz, quien ha reclamado su inmediata presencia. El se reporta al instante. Y entonces, el diplomático tiene que olvidar la vieja amistad que lo une al militar y le informa, con gran pesar:
- Perdóneme, don Humberto, pero mejor regrese a México. Tenemos una orden de aprehensión contra usted. Se le acusa de desacato a la autoridad, peculado, deserción y de otras cosas. Vuelva, se lo suplico.
Responde Mariles, enmarcando sus palabras en una dura sonrisa:
- No, señor embajador; lo siento, pero no regreso. Ya estoy aquí. ¿Cómo hacerlo? Mire, mejor hablamos mañana.
Al día siguiente está programada, en la capital italiana, la importante prueba de fuerza, dentro del tradicional Concorso Ippico Internazionale.
Federico El Pollo Franco, veterinario del equipo, trabaja con ahínco toda esa tarde, toda esa noche, y deja listos para la competencia a aquellos caballos casi muertos por el largo viaje.

Y son a partir de ese primero de mayo, cuatro jornadas de rotundo éxito del equipo mexicano que, finalmente, es recibido por su Santidad el papa Pío XII, el día diez. También él felicita al grupo de caballistas. Los teletipos hacen volar la noticia.

Miguel Alemán va olvidando su enojo.
Más victorias para el equipo, ahora en Suiza y finalmente, la lluvia de medallas en los Juegos Olímpicos londinenses...

Y una singular llamada telefónica para felicitar a Mariles y a su grupo: la que hace, desde México, el presidente Miguel Alemán Valdés.

Una serie de acusaciones ha sido ya retirada.

No hay hipérbole en la frase:
México entero se conmovió al enterarse, aquella noche del 6 de diciembre de 1972 -en Europa era la mañana del día 7-, que el general Humberto Mariles había muerto en París.
Se había ido con él una parte muy viva de la historia del México de la posguerra.
Y también un legendario héroe deportivo.

Dice, con dulce melancolía en cada una de sus palabras, su viuda doña Alicia Valdés:

- A veces siento que él no ha muerto. De hecho, no ha muerto para mí porque sigue conmigo en cada momento de mi vida. Es la gente la que me hace pensar que mi esposo es un hombre inmortal. Porque nadie lo olvida. Y el recuerdo de su fuerte personalidad, de sus triunfos deportivos, siguen siendo todavía, un ejemplo para las nuevas generaciones de mexicanos... Yo prefiero sentarme en el sillón de la estancia y volver a verlo como aquella primera vez: a caballo, gallardo él, hombre de gran apostura, que vestía como nadie el uniforme militar. Y era toda una estampa...
Eso era el general Mariles: un hombre de a caballo.
Lo fue desde sus años primeros, allá en Parral, Chihuahua, donde nació el 13 de junio de 1913. Hijo del coronel Antonio Mariles y de doña Virginia Cortés, Humberto Mariles creció prácticamente sobre los lomos de todo equino que encontraba a su paso.
Acababa de cumplir doce años cuando fue enviado al Colegio Militar, bajo la tutela del general Marcelino García Barragán. En la cuna de los aguiluchos sobresalió rápidamente por su entusiasmo por el deporte ecuestre y por su aplicación en los estudios. Fue así como muy pronto, llegó a ostentar el grado de sargento de cadetes. Y a los 18 años ya era subteniente.
Doña Alicia:
- Él estaba orgulloso de pertenecer al ejército. Me decía que lo habían metido al Colegio Militar porque era un niño muy travieso, de fuerte e incontrolable carácter. En el colegio tocaba la trompeta y era uno de aquellos temerarios que se subían hasta lo más alto en las pirámides humanas.

Y mientras él iniciaba la pesada tarea de conformar un equipo olímpico de equitación, en ese mismo año y allá en un modesto rancho de los Altos de Jalisco, llamado Las Trancas, nacía un potrillo de fina estampa y de ilustres padres desconocidos. Era un alazán tostado que desde el primer día cautivó a sus criadores quienes de inmediato le llamaron Arete, por una hendedura natural en la oreja izquierda.

Los caminos de Humberto Mariles y de Arete se unirían años más tarde... E inscribirían sus nombres, juntos, en la historia del deporte.

Sólo la muerte, como en el matrimonio, separaró a Mariles y a Arete.

5/5/09

Danzón: Serenata de Schubert


Aportación de: Roberto Chávez

Dadas las condiciones de ocio provocadas por la presencia de la ya tan famosa gripa del puerco y siguiendo el ejemplo de Maru, quisiera contribuir un poco con el blog dando a conocer un poco de uno de tantos temas clásicos utilizados como melodías para distintos danzones.

Dicho tema es la melancólica y romántica melodía llamada “Standchen” (Serenata) del compositor austriaco Franz Schubert la cual se incluye en la segunda parte del Danzón que lleva su nombre. Esta obra fue escrita en el año 1826 y bajo los ojos de distintos críticos está definida por una absoluta perfección y gracia melódica de principio a fin.
Franz Scubert nació en Viena, Austria y fue un gran compositor de Lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la moderna canción), así como de música de piano, de cámara y orquestal.

El origen para la inspiración de esta pieza, tal como la cuenta el biógrafo de Schubert: Von Hellborn, vino un domingo del verano de 1826 cuando Schubert, junto con algunos amigos, regresaban de Potzleinsdorf hacia la ciudad de Viena, en el camino, al pasar por unos de los distritos Vieneses llamado Wahring, Schubert encontró a su amigo Tieze sentado fuera de un café en los jardines de Zum Biersack. Tieze tenía un libro abierto justo al lado suyo, al saludarlo Schubert comenzó a hojear el libro y repentinamente paró en un poema exclamando: “Tengo en la mente una hermosa melodía”, debido a la carencia de una hojas pautadas, su amigo comenzó a dibujar unas líneas en la parte posterior del menú y en medio de ese bullicioso domingo, Schubert musicalizó esta tan famosa y exquisita canción la cual lleva la letra de ese poema escrito por Ludwig Rellstab.

Este ejemplo de inspiración momentánea caracterizó a Schubert durante gran parte de su vida. Sus obras siempre fueron elogiadas por sus ricas armonías, un extensivo tratamiento de las formas clásicas y un extraordinario don para la las creaciones melódicas, asimismo, la “Serenata” de Schubert es, según el gran compositor e intérprete Franz Liszt, una obra en la que puede notarse una gran riqueza armónica y una musicalidad sutil, íntima y delicada.
Entre otras famosas obras de Schubert se encuentra el fragmento conocido popularmente como “Ave María” del poema narrativo “La dama del lago” así como su famosa Sinfonía inconclusa en Si menor.

La “Serenata” de Schubert fue una obra lírica escrita inicialmente para Tenor y coro masculino, sin embargo, se han realizado numerosas transcripciones para distintos instrumentos y formatos.

A continuación se encuentra la letra de esta melodía, que desafortunadamente no logré encontrar de forma efectiva en castellano.

“My songs quietly implore you
through the night;
down to the silent wood
my love, come to me!
The tree tops whisper
in the light of the moon;
Don't be afraid, my love,
no-one will observe us.
Can you hear the nightingales?
Oh! They implore you,
their sweet lament
pleads with you on my behalf.
They understand the yearning I feel,
they know love's tor ture,
with their silvery notes
they touch every soft heart.
Let them touch yours, too,
sweet love: hear my plea!
Trembling I await you,
come, bring me bliss!”
Adjunto dos ligas de esta obra, la primera en su formato casi original para Tenor y la segunda, una transcripción realizada por Franz Liszt para piano solo, ejecutada por Vladimir Horowitz quien es frecuentemente considerado como uno de los mejores pianistas del siglo XX.
http://www.youtube.com/watch?v=qmGSV1ttzqM&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=yRSRQ812J0Q



Referencias:
Kreissle von Hellborn, Heinrich (1865). Franz Schubert. Carl Gerold's Sohn. The first significant biography of Schubert.
Glenn Plaskin; A Biography of Vladimir Horowitz . Ed. MacDonald, 1983 , ISBN 0-356-09179-1
Scott, Sir Walter, The Complete Poetical Works of Sir Walter Scott, Cambridge Edition, ed. Horace E. Scudder, Houghton Mifflin Company, Boston, 1900, (582 pages). ["Hymn to the Virgin": p. 180, lines 713-740. Image of Sir Walter Scott: frontispiece.].

30/4/09

El danzón: En un bazar persa


El danzón: En un bazar persa
Por Maru Ayala

Aprovecho la suspension general de actividades que ha traido la influenza tipo “A” a nuestro país para no dejar el mes de abril sin contribuciones a éste espacio y les comparto el origen del nombre del danzón “En un bazar persa”, que interpreta la Danzonera Dimas.

El tema EN UN MERCADO PERSA es una composición de: Albert Ketelbey y un fragmento de éste tema es incluido en el danzón En un bazar persa.

Albert Ketèlbey nació en Inglaterra, en el año 1875. A los 11 años ya compuso una obra, una sonata para piano, que interpretó ante Edward Elgar (por aquel entonces profesor de música de la ciudad) y a los 16 fue organista de una importante Iglesia. Pero además del órgano, sabía tocar el piano, el violonchelo, el clarinete, el oboe y la trompa.

Ketèlbey se distinguió en numerosos campos, especialmente en composición. Escribió un buen número de piezas para piano con el seudónimo de Antón Vodorinski, pero la música por la que se le recuerda en la actualidad es la serie de piezas orquestales atmosférica, entre las que está En un mercado persa. Escribió también música para acompañar películas mudas.

El éxito de sus obras le permitió retirarse y pasar los últimos años de su vida en una isla.

HISTORIA DE LA OBRA EN UN MERCADO PERSA

Los personajes de la obra son: los mercaderes, los mendigos, la princesa con su cortejo, el juglar, el encantador de serpientes, el califa con sus guardias anunciado con trompetas.

Cada personaje tiene una música diferente. Las que más se repiten en la obra son: la escena de los mercaderes, con una música muy rítmica y alegre; y la de la princesa, con una música tranquila y melódica.

La obra musical está compuesta por diez escenas:

1.Llegan los mercaderes a la plaza;
2.Aparecen los mendigos, donde podemos oír sus voces pidiendo limosna;
3.Entra la princesa;
4.Los juglares divierten a la gente con música divertida;
5.Se oye la música del encantador de serpientes;
6.Entra el califa anunciado por las trompetas;
7.Vuelven los mendigos a pedir limosna;
8.La princesa y el califa se marchan;
9.Los mercaderes recogen las mercancías y se van con sus camellos;
10.La princesa observa la plaza vacía desde su balcón.

Los instrumentos de la orquesta que más destacan en esta obra musical son: violín, viola, violonchelo, contrabajo y arpa (familia de cuerda); flauta travesera, oboe (familia de viento madera); trompeta (familia de viento metal); timbales y sonajas (familia de percusión).

Ustedes pueden escuchar EN UN MERCADO PERSA, con la de Banda de Música de Tudela en el link: http://www.youtube.com/watch?v=dmyaZnK5Hi0&feature=channel_page


Fuente:
http://mirthaluzfacundo.blogspot.com/2009/01/en-un-mercado-persa.html

12/3/09

Contando el danzón

CONTANDO EL DANZÓN
Por Maru Ayala

Recientemente tuve la oportunidad de viajar al D.F. con Miguel, y Robert Chávez y Ale; teníamos ganas de danzón en vivo. El sábado estuve en la Cuidadela (solo encontramos música grabada); ese mismo día por la tarde fuimos a la Plaza de los Cocodrilos y el domingo nos lanzamos al Romo y bailamos 3 deliciosas y enérgizantes tandas con Acerina.

En este viaje me di cuenta que, aunque en el D.F. el danzón, como música, es super popular, la gran mayoría de la gente lo baila como cumbia, mambo, salsa, una mezcla de todas, o simplemente, sin ningún esquema.

En general, en el D.F. el danzón, como baile, no es muy diferente a otros ritmos; solo se trata de darle vuelo al cuerpo y disfrutar. También logré percibir que existe en el D.F., así como en muchos lugares de la república mexicana que he visitado, un sector minoritario de los bailadores que disfrutan bailar danzón con algunas reglas (parar en los estribillos, cerrar cuando acaban las melodías, etc.); y dentro de éste grupo, existe otra minoría que lo hacen respetando las frases musicales.

Este pequeñísimo sector de la gran población de bailadores, trabaja en sus casas desglosando afanosamente los danzones más difíciles, se reúne con amigos a debatir si las frases son de tal o cual medida, se dan el tiempo con sus parejas para escuchar una y otra vez los danzones que los hacen sufrir, aprenden fundamentos básicos de música, entre otras cosas… y todo ¿para que?

a) Para que te aplaudan mas?
b) Para salvar el orgullo de buen bailador?
c) Para que el músico y el director de la danzonera te respete?
d) Para ganar un concurso?
e) Para presumirle a los cuates lo inteligente que eres?
f) Para ganarte una mesa de pista en los bailes?
g) Para fundirte tu y tu pareja con la música y permitirle a la orquesta formar parte de este nuevo ente?

Aunque el bailador que se interesa por la ejecución del danzón por frases musicales puede ser motivado por cualquiera de las opciones anteriores, me gustaría pensar que el principal móvil es una satisfacción personal que nada tiene que ver con un bailador poseedor de un gran ego. En lo personal, me gusta pensar que el danzonero que baila atendiendo a las frases musicales es un ser que percibe el danzón como un camino para pulirse como ser humano y que busca alcanzar la virtud mediante éste género musical.

Este ejercicio pretende abrir un espacio de debate que nos ayude a entender el danzón como música y bailarlo respetando sus frases.

Si usted es de los que baila el danzón sin preocuparse por estos asuntos de los cierres y el fraseo, permítame anticiparle que con éste ejercicio se va a aburrir en sobremanera. Pero si usted gusta de ésta práctica, anímese a participar y tenga por sabido que todo lo que diga puede ser usado en su contra.

En un acto inusitado de valentía, yo inicio:

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Danzón: Ahí viene el toro Juanita
Danzonera: La 1er danzonera de América : ACERINA
Disco: En vivo Vol. 1 (con doble estribillo)

Propuesta de desglose: por compases
Responsable: Maru Ayala y Miguel Velasco

4 4 4 4 , 8 4 8 4 4 3+3P
4 4 4 5 , 5 4 3 5 4 4 4 4 5C
4 4 4 5 , 5 8 3 2 5+2P

a) En donde cada renglón representa la parte bailable de cada melodia.
b) El número entero representa el número de compases de la frase musical.
c) Cuando la ultima frase de cada renglón termina con un número solo, por ejemplo 4, quiere decir que el cierre es de 10 pisadas. Si el número solo fuera 5 el cierre seria de 13 pisadas.
d) Cuando la última frase de cada renglón termina con un número acompañado de una C, por ejemplo 4C quiere decir que el cierre es de 11 pisadas. Si el número fuera 5C quiere decir que el cierre es de 14 pisadas. Esta C quiere decir: Compás completo.
e) Cuando la ultima frase del cada renglón termina con +2P quiere decir que hay que agregar 2 pisadas a ese compas. Ejemplo un cierre de 9 pisadas seria 3+2P
...

Me inclino definitivamente a contar por compases porque la música está expresada de ésta manera. Siento que el contar por compases te permite mas posibilidades de baile que las pisadas y te permite entender una composición musical de una manera mas coherente; pero, si usted está acostumbrado a contar por pisadas, estas pequeñas fórmulas de conversión pueden ayudarle:


Cantidad de pisadas = ( # de compases x 3) - 1

Cantidad de pisadas en finales = ( # de compases x 3) - 2

Esperamos sus comentarios!

24/2/09

Principio y Fin

Este espacio nace de varias casualidades inconcebibles ligadas al danzón, de personas que escucharon danzón en algún lugar donde nadie imaginaría, de viajes imprevistos, de clases de baile que solo durarían un mes, de personas que nunca imaginaron ser envueltas por este baile y ahora no se imaginan sin él.
La finalidad de este lugar es generar información, y através de esta, un debate que genere mayor conocimiento para todos.  Esta información podrá estar presentada de diferentes maneras: conteos para danzones, anécdotas, entrevistas y lo que se nos vaya ocurriendo.